Hace pocos días recordaba las peripecias que tenían que hacer nuestros padres y abuelos para buscar Malangas y otros alimentos en los pueblos cercanos a Santiago o hasta la más distante provincia de Pinar del Rio y mencionaba el Buik del abuelo y sus puertas de quita y pon. La foto que presento corresponde a ese mismo Buik de 1950. Lo fascinante es que no es una fotografía ni un montaje, es una pintura realizada por un joven pintor cubano de Santiago de las Vegas Julio Figueroa Beltrán quien hoy vive en la ciudad de Miami y cuyo talento ya recorre el mundo, estando su obra presente en colecciones privadas de Estados Unidos, España, Suecia y la India.. Los recovecos de nuestra vida hacen que nuestros sentimientos muchas veces converjan en puntos y cosas determinadas aunque nos separe la distancia y el tiempo. Para Julio Figueroa Beltrán y para mi esta pintura nos une en el recuerdo de seres muy queridos, este Buik solo tuvo dos propietarios mi abuelo y el suyo, dos grandes personas de tamaño y de corazón; Parmenio Raymond e Ismael Beltrán, ambos choferes de autobuses en el viejo Santiago. A Julio le vi nacer y hoy le doy las gracias por traerme estos recuerdos de la mejor manera que sabe hacerlo.
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