sábado, enero 7

Sube el café y sale el sol.

Ha terminado 2011 y ya era hora, complicado entre los mas y negro para muchos. Las mañanas en la cocina, esperando la subida del café en compañía de la radio han sido como casi siempre el comienzo de los días que dejamos atrás, atentos a la información de lo nuestro y de lo ajeno que ya no lo es tanto. Por obra y gracia de la crisis nos hemos convertido en afamados economistas y engrosamos nuestro maltrecho vocabulario con nuevos conceptos a veces muy dificiles de digerir por un mortal cuyo problema no sobrepasaba el precio del pan o del litro de gasolina. Hoy en la mañana, mientras aún en la Habana duermen placidamente aquí las tiendas se llenan de frenéticos y desesperados clientes en busca de las rebajas de enero. Constituyen las rebajas  el disparo de salida para este nuevo año que no pinta nada bien por estas tierras y por muy pocas. El llevado y traído estado del bienestar tiembla en estas sociedades, y sus cimientos se resquebrajan con la llegada de nuevos recortes sociales, subida de impuestos y alguna que otra sorpresa. Los Reyes Magos ya están de regreso a su tierra y desde ahora los magos tendremos que ser nosotros para continuar el día a día aunque sabiendo siempre que hay muchos pero muchos que quisieran que nuestros problemas fuesen los suyos, no pensar en ello degrada nuestra propia dignidad y cuando se escribe sobre ello o se trata de comentar es difícil no caer en la ignorancia o arrogancia del privilegiado. El año que termina nos deja más sombras que luces, y el futuro no esta despejado, resulta significativo que durante el año en España han habido más emigrantes que inmigrantes, y muchos de los que vinieron a la madre patria en busca de nuevos horizontes se ven en la necesidad de regresar a sus terruños con el criterio claro que para pasarlo mal mejor en casa. Ya amanece en la Habana, quizás un gallo cante de jubilo o de esperanza y que jodido es cuando hasta ese canto extrañas y que el vuelo de una rapiña te deje una imagen que nunca olvidas.