Boda Real de María Teresa y Enrique de Luxemburgo. Catedral de Notre Dame 14 de febrero de 1981 |
Según las estadísticas dos mil quinientos millones de seres humanos siguieron la boda real del príncipe Enrique de Inglaterra lo que es lo mismo que decir que un tercio de los Homo sapiens que habitan este planeta no tenían nada más importante que hacer, estaban despreocupados por otros temas de interés o quizás y para ser generosos buscaban un escape a la realidad, viendo en directo un bello cuento de cenicientas y príncipes azules. Una vez más y continuando la tendencia de las casa reales europeas la novia era una plebeya. Aquellos tiempos de matrimonios por conveniencia quedaron atrás, y los matrimonios por amor se imponen en ese fastuoso mundo de glamour y tradiciones de cerrojo. Valorar las implicaciones y trascendencias políticas o sociales de estos actos queda en manos de los expertos, solo cabe señalar que vivimos en un mundo de puras contradicciones y diferencias cada vez mas abismales donde los cuentos de hadas solo corresponde leer a unos pocos.
Uno de los primeros matrimonios actuales donde la sangre real se mezcló con la sangre del pueblo a pesar de la oposición más reacia ocurrió en 1981 y una de las partes hablaba el castellano con marcado acento cubano. Una joven estudiante en la univesidad de Ginebra que había salido con sus padres de Cuba en 1959 y de nombre María Teresa Mestre Baustista se enamora del mismísimo Enrique príncipe de Luxemburgo y heredero al trono de ese pequeño país europeo. María Teresa la criolla como "cariñosamente" al parecer le llama su suegra se convirtió en el año 2000 en la Gran Duquesa de Luxemburgo y reina de los luxemburgueses, junto a su esposo y sus cinco hijos.
En el año 2002 María Teresa viaja a la Habana en busca de sus recuerdos, cuentan quienes la vieron que habla en el cubano más auténtico a pesar de los años. A María Teresa Mestre le interesan particularmente los problemas sociales de la Humanidad. Ella se ocupa en Génova de personas con problemas en sus hogares y de niños desfavorecidos. En junio de 1997 comenzó a ejercer la función de Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco. Actualmente preside la Fundación "Prince Henri-Princesse Maria Teresa", creada en 1981, que se ocupa de favorecer la integración a la sociedad de personas discapacitadas y desfavorecidas. También es presidenta de honor de la "Fundacion Recherche SIDA". La Gran Duquesa se ha destacado por patrocinar particularmente un Festival de Teatro y Musica de Wiltz, en asociación con el Aveugles de Luxemburgo y la Asociación Luxemburgo Alzheimer. También apadrina un orfelinato que lleva su nombre en Divin, Bielorusia. En octubre de 1999 la Seton Hall University (escuela para relaciones diplomáticas internacionales en USA) le otorgó el título de Doctora Honoris Causa. En resumen los cubanos al igual que los gallegos estamos en todas partes y si de ser reina se trata damos buena nota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
YO PIENSO QUE