martes, noviembre 23

La Puchunga que pudo ser reina.


Para cualquier humilde hijo de Santiago de las Vegas escuchar hablar de reyes, reinas, príncipes y princesas solo eran páginas de historia o relatos infantiles de cenicientas y hadas madrinas, donde el amor por lo imposible era la trama principal y el beso de un bello príncipe la quimera por alcanzar. Vivir en Europa y aún más en el Principado de Asturias te acerca inevitablemente a la realidad de un mundo de glamour donde la reverencia es el saludo matutino.


Hoy en día los cuentos infantiles del francés Charles Perrault se han convertido en el azote de las Casas Reales de toda Europa, cada vez son más los príncipes y princesas que se casan por amor, sin que para ello intervenga el color de la sangre. Los mas controvertidos críticos se horrorizan de vergüenza ajena, pero para la sociedad es una apuesta valiente de acercamiento de la realeza a otras clases sociales. Sin ir mas lejos,el hoy Príncipe de Asturias Don. Felipe de Borbón contrajo matrimonio con Doña. Letizia Ortiz, una periodista y presentadora de televisión asturiana, nieta de un humilde y bonachón taxista. Pero esto no es nuevo y la historia de la realeza ha estado plagada de acontecimientos similares aunque a expensas de renunciar a sus derechos por amor.

Felipe no es el primer Príncipe de Asturias que busca el amor en una mujer sin sangre real. Alfonso de Borbón y Battengergy fue el hijo primogénito del rey Alfonso XIII y Príncipe de Asturias, en quien su padre tenia puestas sus esperanzas de sucesión. Pero en junio de 1933 Alfonso renuncio a sus derechos sucesorios para casarse con la cubana Edelmira Sampedro Robato, desde ese momento paso de Príncipe de Asturias a Conde de Covadonga, el matrimonio solo duro dos años. En un segundo intento el Conde se caso con otra cubana, pero la casa real siempre reconoció a Edelmira como la única esposa de Alfonso llamándola cariñosamente La Puchunga. Edelmira murió el 23 de mayo de 1994 en Coral Gables, Miami. Con mucha discreción siempre conservó el título de Condesa de Covadonga.



viernes, noviembre 19

Las bicis.





Aunque parezca mentira estas dos fotos fueron tomadas en el mismo lugar, solo que entre una y otra pasaron más de veinte años. Por alguna casualidad del destino tienen una gran semejanza. La calle cuarta del Reparto Mulgoba en Santiago de las Vegas es el escenario de estas instantáneas donde lo más significativo es que los dos niños en la actualidad son padre e hijo y donde en los solares vacíos hoy se levantan edificios de viviendas.
La bicicleta no llegó a nuestro pueblo en nuestra época, ni todas vinieron de China, mucho antes por nuestra calles se veían aquellas potentes Niágaras que formaban parte del entorno bajo el movimiento armónico de su pedaleo y de las que disfrutaban niños y no tan niños. La idea del hombre de crear este fabuloso medio de transporte se remonta a siglos de nuestra civilización, egipcios y chinos intentaron máquinas muy parecidas y en los trabajos de Leonardo da Vinci se pueden ver bocetos con la misma intención. Sin embargo la verdadera historia de la bicicleta tiene su más próximo comienzo en el año 1790 cuando el francés Conde de Sivrac inventa el califero o caballo de ruedas. Desde esa fecha hasta el presente sus modificaciones han sido muchas y aún siguen su evolución. Hoy en día la mayoría de las grandes capitales europeas se enfrascan en crear las condiciones para que la bicicleta se convierta en un medio de transporte viable y seguro, su influencia en la salud humana y en el cuidado del medio ambiente son los pilares de una política ciudadana que cada día cobra más adeptos. Nada, que una vez más los cubanos vamos por delante de la historia porque a decir verdad de bicis algo sabemos.

sábado, noviembre 6

Ultimo vuelo.


La propia historia de la Aeronáutica Civil Cubana ha estado y esta relacionada muy directamente con Santiago de las Vegas. La cercania de nuestro pueblo al aeropuerto José Martí propicio que muchos de nuestros vecinos, amigos o familiares hayan sido o sean trabajadores del aeropuerto, ocupando desde sencillos puestos de trabajo hasta pilotos, aeromozas o sobrecargos.
(en la foto, avion DC-8 de Cubana de Aviación, victima de atentado
terrorista en Octubre de1976)
Ayer, los telediarios informativos de medio mundo habrían con el accidente de una aeronave cubana que hacia el trayecto Santiago de Cuba la Habana, sesenta y ocho personas perdían la vida y al parecer una vez más alguna familia santiaguera sufre la perdida de uno de sus hijos. Los accidentes aéreos no son frecuentes pero siempre generan una conmoción sobrecogedora por la cantidad de personas que fallecen en un instante. En lo personal he perdido amigos y vecinos en tragedias aéreas y siempre queda un dolor por llamarlo de alguna manera diferente.

En mis recuerdos siempre tengo presente aquel 6 de Octubre de 1976, cuando el vuelo CU-455 de cubana de aviación sufría un criminal sabotaje frente a la costa de la isla de Barbados pereciendo 73 vidas inocentes. El copiloto de la nave Tomas Rodriguez y su esposa la aereomoza Marlén González eran mis vecinos de toda la vida.

En la calle cuarta del Reparto Ampliación de Mulgoba solo existían en mi niñez nueve casas, la nuestra y la que habitaban Tomás y Marlén estaban muy pegadas una a la otra lo que originaba una relación muy familiar. Era un matrimonio joven y al no tener hijos recibia de ellos un cariño especial. Pasaba horas con Tomás fabricando aviones de aeromodelismo o preparando los enceres de pesca a la que era muy aficionado. El día anterior a su muerte, Tomás había regresado de un vuelo a España, y nos contaba tomando un café con la abuela en nuestra cocina que marchaba de nuevo; había cambiado con un compañero el vuelo para encontrarse con Marlén que estaba de reten en Guyana y era su cumpleaños. La noticia de la tragedia llegó pronto a casa, las autoridades del aeropuerto conocedoras de nuestra relación vinieron a informar a mis padres de lo ocurrido, Tómás y Marlen venian juntos en ese fatídico vuelo. Fueron días de angustia que dejan un recuerdo dificil de olvidar. Al poco tiempo se elaboró un documental donde se plasmaba lo ocurrido. Fue la última vez que escuche la voz de Tomás clara y firme cuando hablaba con el piloto Wilfredo Perez.


Últimos segundos

17:23: !CUIDADO! En la torre de control se escucha desde la radio del aparato de Cubana el grito de alarma del capitán, Wilfredo Pérez. FELLO, FUE UNA EXPLOSIÓN EN LA CABINA DE PASAJEROS Y HAY FUEGO, informa a este último el copiloto Tomás Rodriguez.


REGRESAMOS DE INMEDIATO; AVISA A SEAWELL, le orienta:


SEAWELL...; SEAWELL... CU-455 -CU-455... Seawell


!TENEMOS UNA EXPLOSIÓN Y ESTAMOS DESCENDIENDO INMEDIATAMENTE, TENEMOS FUEGO A BORDO!


¿CU-455 regresará al campo?



17:25:20: Otra vez llega a la torre de control la voz del copiloto Tomás Rodríguez:

SEAWELL CU-455... PEDIMOS INMEDIATAMENTE; INMEDIATAMENTE PISTA.

CU-455 AUTORIZADO A ATERRIZAR.

RECIBIDO, responden desde la torre de control.

La tripulación ha dominado parcialmente la caótica situación. Fue sacado el tren de aterrizaje y tomadas las medidas en el afán de salvar vidas.


17:25:27:En Seawell se oye una frase perentoria:



¡CIERREN LA PUERTA, CIERREN LA PUERTA!


CU-455. Tenemos emergencia total, continuamos escuchando, respondan.


En esos momentos, el piloto pierde el control del aparato (una segunda explosión había tenido lugar en el área de los baños traseros). el copiloto le grita:



¡ESO ES PEOR, PÉGATE AL AGUA, FELLO, PÉGATE AL AGUA!


Con un elevado sentido de responsabilidad humana, el piloto hace girar la aeronave hacia un lado, con lo cual evita que caiga sobre la playa cercana. Desde áreas cercanas a las costas de Barbados, varias personas presencian horrorizadas cómo el avión cae al mar.