jueves, febrero 19

El libro de la abuela




Después de muchos abatares y a pesar del paso del tiempo conservo el libro de cocina de la abuela, su dulzura personal le daba el toque final a sus comidas, pero si algo recuerdo es verla callada en la cocina leyendo el libro de la Srta. María Antonia Reyes, tratando de hacernos lo mejor dentro de sus posibilidades y adecuando recetas a sus recursos.
Los domingos era el día de la familia al completo, cosa habitual de las familias en Santiago, todos se reunían en casa para comer y siempre sorprendía con algo exquisito, aunque para decir verdad el arroz con pollo era mas o menos constante. En el patio de la casa tenia la abuela su rincón de plantas,donde no faltaba el Orégano y el Culantro que utilizaba mucho en comidas a base de pescado, aunque algunas como el Laurel y el Azafrán se los traía mi abuelo Armando del Vivero Mulgoba donde existían la mayoría de estas plantas aromáticas. Era muy habitual que las señoras compartieran sus recetas y era fuente de conversación muy placentera. Recuerdo a Consuelito la esposa del Doctor Ersio Martínez compartir con ella sus hazañas culinarias de las cuales también puedo dar fe.
Sin lugar a dudas el tema de cocina ha sido siempre tema de coversación y eslabón importante en las relaciones humanas la frase "pásame la receta" es algo habitual.
Poco a poco trataremos de plasmar algunas de ellas y esperamos la colaboración de todos aquellos amantes de la cocina y el buen comer.

1 comentario:

  1. Querido amigo Giraldo: ¡siempre con tus ideas brillantes! Como te he dicho en varias ocasiones anteriores, te graduaste de Ingeniero Agrónomo en la Universidad, pero en Santiago de las Vegas en Linea lo hiciste como escritor. ¡qué bien escribes! Tienes el poder de amarrar al lector desde las primeras lineas y te confieso que, en varias ocasiones has escrito con tanto sentimiento y nostalgia que yo, viejo sentimental, no he podido aguantar una que otra lágrima. Una de las mejores cosas que le ha ocurrido a la familia Balido es el haberlos conocido a ustedes, a esa Rosa, asturiana de nacimiento, pero tan santiaguera como cualquiera de nosotros y que la misma laguna de "Pancho Real". Un abrazo muy cariñoso para ustedes dos de todos nosotros y un beso para vuestros hijos.

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