Desde Santiago de las Vegas nos llega este comentario de Arsenio Alemán, a quien damos la bienvenida a este pequeño Rincón de la Cocina Santiaguera, que de seguro se repetirá y como nos tiene acostumbrados con información de primera mano y siempre muy valiosa.
Gracias Arsenio.
Arsenio dijo:
En Santiago de las Vegas existían varias panaderías de las que recuerdo las siguientes:
La Panadería de Méndez, situada en la calle 13 entre Cero y 2 (en la Cruz Verde)
La Panadería de Jesuza, situada en la calle 9 entre 2 y 4
La Panadería de Ramón Fanego, situada en la calle 5 entre 4 y 6
La Panadería de Ceres, situada en la calle 13
Todas estas panaderías hacían diversos tipos de pan: criollo o de flauta como se le conocía, palitroques, pan de gloria, galletas de sal, coscorrones, pan de rosetas, pan de bolo de dos "kilos"(centavos) y la calidad de sus producciones era incuestionablemente MUY BUENA.
El pan se entregaba en el mostrador envuelto en papel de china y mayoritariamente siempre estaba caliente, acabadito de hacer. El despacho comenzaba desde hora bien tempranas en la madrugada, o sea, a las 4 o 5 de la mañana, comenzaban a salir las primeras hornadas.
Las panaderías también ponían a disposición de la población sus hornos ( que funcionaban con leña) para asar el consabido lechón con motivo de las navidades, el bautizo o el matrimonio de cualquier santiaguero y a precios sumamente módicos. No se especulaba con ese servicio.
Gracias Arsenio.
Arsenio dijo:
En Santiago de las Vegas existían varias panaderías de las que recuerdo las siguientes:
La Panadería de Méndez, situada en la calle 13 entre Cero y 2 (en la Cruz Verde)
La Panadería de Jesuza, situada en la calle 9 entre 2 y 4
La Panadería de Ramón Fanego, situada en la calle 5 entre 4 y 6
La Panadería de Ceres, situada en la calle 13
Todas estas panaderías hacían diversos tipos de pan: criollo o de flauta como se le conocía, palitroques, pan de gloria, galletas de sal, coscorrones, pan de rosetas, pan de bolo de dos "kilos"(centavos) y la calidad de sus producciones era incuestionablemente MUY BUENA.
El pan se entregaba en el mostrador envuelto en papel de china y mayoritariamente siempre estaba caliente, acabadito de hacer. El despacho comenzaba desde hora bien tempranas en la madrugada, o sea, a las 4 o 5 de la mañana, comenzaban a salir las primeras hornadas.
Las panaderías también ponían a disposición de la población sus hornos ( que funcionaban con leña) para asar el consabido lechón con motivo de las navidades, el bautizo o el matrimonio de cualquier santiaguero y a precios sumamente módicos. No se especulaba con ese servicio.
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