Son las dos de la tarde en España, llueve torrencialmente, y la oscuridad del ambiente invoca a la melancolía. Por increíble que parezca ayer había sol y estábamos en la playa, hoy ya informan de nieve en cotas altas de montaña. Se acabó el verano y el otoño hace acto de presencia y de nuevo vuelven a la mesa los cocidos y las sopas para calentar el cuerpo y el alma. Es una paradoja pero en nuestro Santiago, con las temperaturas que tenemos era muy habitual el plato de sopa a la hora de la comida.
Un plato de sopa con fideos es un plato sencillo pero dicen los mas viejos que entona el estómago. La variedad en su elaboración hacen de este plato uno de los más universales.
Desde una buena sopa de pollo hasta una sencilla de arroz, sopas calientes o sopas frías permiten un juego increíble en su preparación.
Camino de Santiago a la Habana estaba la Pasiega, nuestra fábrica de fideos por excelencia. No quisiera contradecir a los italianos que en el tema de las pastas son muy chovinistas, pero hay pruebas científicas que demuestran que fueron los chinos quienes lo inventaron. En Octubre del 2005 fue descubierto en (Lajia) a lo largo del Río Amarillo un fideo de 4000 años de antiguedad.
La palabra fideo tiene sus orígenes probables en el Mozárabe o en el árabe hispano cuya palabra es Fidáws, posiblemente como deformación del latin "filo" o hilo.
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