domingo, septiembre 25

Sombras de ocre.

"El otoño es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno"
                                                                                               George Sand

El pasado 23 de septiembre justo a las once horas cinco minutos de la mañana comenzó la estación de otoño en el hemisferio norte. En los próximos 89 días el color amarillo ocre inundara nuestra vista y esperaremos la llegada del invierno en este entorno melancólico y triste que despide al verano. Los que nacimos en Cuba nunca tuvimos la oportunidad de diferenciar una época del año de la otra como ocurre por estas tierras, nuestro eterno verano salpicado con los suaves fríos del norte no daba ese color madera permanente del otoño donde el verde desaparece y nuestra mente se colapsa en su interior.

El inicio astronómico de las estaciones viene dado, por convenio, como el instante en que la Tierra pasa por una determinada posición de su órbita alrededor del Sol. En el caso del otoño, esta posición es desde la que el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. Cuando esto sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden, y por eso, a esta circunstancia se la llama también 'equinoccio de otoño'. En este instante en el hemisferio sur se inicia la primavera.

Hace más de dos años que comencé a escribir este blog buscando un refugio a esa parte de la memoria que nos impide olvidar nuestro origen y las cosas que un día fueron nuestras. La realidad de una nueva vida no me  ha permitido abstraerme del entorno y muchas veces me he ido del guión original. En esto años miles de visitas y aunque fuese una sola me han dado pie a seguir adelante, en un monólogo de reflexiones muchas de ellas banales e intrascendentes. Pero el solo instante en que puedo sentarme delante del ordenador y recordar, hace que las fuerzas vengan de nuevo en esta lucha que es la propia vida.

El otoño se vaticina muy difícil y convulso para los españoles. Llevando a cuestas una crisis sin final los ciudadanos están llamados a las urnas el próximo 20 de noviembre donde todo pronóstico da por vencedor a la derecha española después de ocho años de gobiernos socialistas.  Es tan grave la situación de la economía global y particular de Europa que los signos políticos y sus ideologías quedan a un lado. España como país periférico de Europa se pliega sin rodeos a los designios de Alemania y Francia motores de la economía europea y mirando constantemente a  vecinos como Grecia  cuya situación tiene en jaque a los poderes económicos temerosos que la moneda común el Euro desaparezca tras su su corta vida.

Para los pueblos que han vivido y viven en una crisis permanente la situación de la economía mundial no se identifica en el diario vivir de sus hombres, aunque a corto y mediano plazo sus problemas se recrudecerán. Hoy para muchos de estos países las remesas que envían sus hijos desde el extranjero es una fuente importante de ingresos. En el año 2006 las remesas desde España suponían para algunos países una parte capital de la economía: representa un 5,7% del Producto Interior Bruto de Bolivia; a Ecuador, país del que procede un 13% de los inmigrantes en España, le llegaban de España, un 3,6% de su PIB, y a Senegal, República Dominicana y Colombia, más del 1%. En este mismo año los extranjeros en España enviaban a sus familias en América Latina y el Caribe cerca de 5000 millones de euros, ya en 2010 más de un millón de estos hogares dejaron de recibir su dinero, según un informe del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SÉLA).

Para los habaneros el otoño es solo una palabra en su canción eterna por seguir adelante, porque sus parques y sus calles no se cubran de hojas secas que nublen su razón. Para los que no podemos ver el Capitolio o el Morro o no podamos disfrutar de un buen tamal de maíz solo nos queda rogar que podamos pasar este otoño y los próximos cumpliendo el rol que el destino nos impuso.

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