Por mas que lo intento no consigo que los tostones que de vez en cuando brindo con amor a mi familia asturiana sepan como los que hacia la abuela allí en el viejo Santiago, puede que sean los plátanos que llegan a nuestros mercados después de largas travesías cuyo sabor natural perdieron por el camino, o el tipo de aceite, puede que de mucha calidad para este simple plato de la gastronomía caribeña y sudamericana en general o sencillamente que no tengo manos para hacerlos.
Aquí en la madre patria esta forma de cocinar el plátano es totalmente desconocida y en Asturias aún menos. Si aquí pides un tostón te van a traer un pedazo de pan frito para que lo añadas a la sopa, o si tienes mucha suerte te puede salir bien la jugada disfrutando de un cochinillo asado, o con menos fortuna te pondrán delante unos garbanzos tostados. El significado de tostón más utilizado por estas tierras lo podemos encontrar en los siguientes sinónimos; fastidio, pesadez, tabarra, lata, petardo o plomazo. Si una película es mala se refieren a ella como un tostón, y si un político habla más de lo mismo será un tostón, termino muy generalizado en los últimos tiempos. Dicen las malas lenguas o mejor los expertos en lenguas que el castellano o español será el idioma mas importante dentro de pocos años. Los chinos, rusos y japoneses lo estudian con afán, por algo será. Más de 500 millones de seres humanos hablan en la lengua de Cervantes, hasta en la lejana Filipinas donde unos pocos miles hacen aún gala de llevar como nombre José y como apellido Fernández. En un mundo donde se cuentan por miles las lenguas existentes y donde la desaparición sistemática de muchas de ellas es una constante no deja de ser un privilegio que te llamen tostón, aunque no sepas si es un insulto o un cumplido.