es que sencillamente faltan dos horas para que nos sentemos a la mesa según el horario español establecido para las comidas. En España a diferencia nuestra se almuerza alrededor de las dos o tres de la tarde y se come o cena entre las nueve y diez de la noche. Para los que visitan este país o emigran a él es algo que siempre sorprende ya que en toda Europa es el único que tiene estos hábitos, en el resto es más o menos similar al nuestro. Aquí la mayoría de los mortales desayunan escasamente pero a media mañana se suele hacer una merienda o desayuno mas copioso, por lo general en el bar de la esquina. Las comidas a las dos o tres de la tarde suelen ser abundantes casi siempre acompañada de vino o cerveza, sea en casa o en un restaurante lo que conlleva a una siesta siempre y cuando tengas tiempo, pero con reposar veinte minutos basta. La existencia de estos horarios atípicos es relativamente reciente ya que en las prostimerías del siglo XIX se almorzaba a las doce y se comía o cenaba a las cinco. El origen del cambio puede ser una mezcla de factores sociales de principios del siglo XX; establecimiento de horarios laborales hasta las dos de la tarde, necesidades de pluriempleo en los años de la post- guerra civil y el deseo del españolito medio de marcar diferencias, donde era primordial aprovechar más la visa nocturna lo que implicaba un corrimiento de los horarios. Si usted visita España y llega a un restaurante a las doce del día puede ser que sea el único comensal sentado a una mesa, si le gusta comer tranquilo es lo ideal.
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