Esta semana comenzó el curso escolar para los alumnos de primaria en toda España, después de unas vacaciones de más de dos meses. Para los que aun tenemos hijos en esta etapa escolar el ritmo de vida cambia por completo y la cocina se revoluciona desde muy temprano preparando desayunos y meriendas . Aquí la educación en el sentido familiar y todo lo que conlleva no se diferencia en su esencia de la que nos toco vivir a nosotros y a nuestros hijos cuando éramos alumnos de primaria en el viejo Santiago.
Si me lo permiten trataré de describir brevemente como es el sistema educativo en este país. La educación en España es obligatoria hasta el nivel medio lo que seria para nosotros la Secundaria Básica, dentro del sistema educativo existen colegios privados, colegios públicos y colegios concertados que representa una mezcla de los dos ya que el estado subvenciona una parte de los gastos. La calidad de la educación pública salvo en detalles particulares no se diferencia del resto y la experiencia lo confirma ya que muchos de los que terminan estudios superiores provienen de escuelas públicas en todo su ciclo escolar. La diferencia más crucial para las familias esta en el costo de los libros y todo el material escolar que se exige para recibir las clases. A diferencia nuestra aquí los libros representan un notable desembolso que a muchas familias le cuesta asumir sobre todo en estos momentos de crisis generalizada, aunque existe un plan de becas para las de menos ingresos que cubre parte de esos gastos. En concepto de libros los gastos superan los doscientos euros, variando en dependencia del grado a cursar. En nuestro caso utilizábamos los libros de un año para otro y eran los mismos durante años, aquí es prácticamente imposible hacerlo ya que todos los años cambian los contenidos y el formato de las publicaciones. Al margen de todas estas consideraciones y recordando nuestra educación primaria allí en nuestra escuela Carrales (Julio A. Mella) de la calle 4, los maestros siguen jugando el principal rol en esta historia, nosotros tuvimos muy buenos profesores y cada uno de los alumnos que aparecen en esta foto recordamos con cariño, respeto y gratitud a maestros como Dalila Bello, Cancio o Concha Rego y hasta nuestra directora Marcelina. Muchos de nosotros logramos terminar una carrera universitaria, pero sin embargo si nos preguntasen por nombres de profesores de la facultad no creo que los recordáramos con tanta claridad como aquellos de la escuela primaria. Fueron ellos los que sentaron en nosotros las bases de las personas que en el presente podemos ser y siempre estaremos agradecidos. Hoy, diseminados por medio mundo recordamos siempre aquella etapa de nuestras vidas y cada uno da lo mejor de si en lo que hace. En estos días uno de los alumnos de la foto Elías Amor Bravo (Elisín para nosotros), de quien puedo decir que recuerda con mucho cariño esta etapa de estudios y quien hoy es un prestigioso economista, profesor de la Universidad de Valencia fue nombrado Delegado en Europa de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana. Para él, nuestro recuerdo y el deseo que su trabajo contribuya a la búsqueda de soluciones para el bienestar de nuestra tierra.
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