El 19 de Junio de 1938 se celebraba en Cuba por primera vez el Día de los Padres por iniciativa de la poetisa y pintora Dulce María Borrero de Luján, quien abogó por la generalización en la isla del homenaje a los padres , cuyo más remoto antecedente pertenece a la propuesta de la norteamericana Sonora Dood en 1909, cuando intento sin éxito la promulgación en su país de una fecha dedicada a los padres. Al fallecer la madre de Sonora durante el parto de su sexto hijo, su padre asumió solo la educación y formación de toda su prole. En 1924 el entonces presidente de los Estados Unidos Calvin Coolidge apoyó la idea y convirtió el Día del Padre en una celebración nacional. Pero fue en 1966 que mediante proclama presidencial esta fecha tomó carácter oficial.
En algunos países de América la fecha varía y en España y en muchos otros lugares se celebra el 19 de marzo, coincidiendo con la festividad de San José, padre de Jesús.
El 19 de Junio de 1938 se celebraba en Cuba por primera vez el Día de los Padres por iniciativa de la poetisa y pintora Dulce María Borrero de Luján, quien abogó por la generalización en la isla del homenaje a los padres , cuyo más remoto antecedente pertenece a la propuesta de la norteamericana Sonora Dood en 1909, cuando intento sin éxito la promulgación en su país de una fecha dedicada a los padres. Al fallecer la madre de Sonora durante el parto de su sexto hijo, su padre asumió solo la educación y formación de toda su prole. En 1924 el entonces presidente de los Estados Unidos Calvin Coolidge apoyó la idea y convirtió el Día del Padre en una celebración nacional. Pero fue en 1966 que mediante proclama presidencial esta fecha tomó carácter oficial.
En algunos países de América la fecha varía y en España y en muchos otros lugares se celebra el 19 de marzo, coincidiendo con la festividad de San José, padre de Jesús.
"Padre es cualquiera" puede ser la mayor mentira jamás pronunciada o el más desafortunado de los tópicos. Ser padre es una profesión y como tal los hay buenos y menos buenos. Hoy muchos de nosotros no contamos con su presencia, pero su propia acción está en nosotros mismos. Somos hijos de una generación de padres Santiagueros que tenían como filosofía de vida el respeto y el amor a la familia y hoy cumpliendo ese mismo rol trasmitimos a los nuestros esa preciada herencia. Nos tocó vivir experiencias muy difíciles en la que más de uno supo apreciar la entereza de nuestros padres y veíamos en sus duras mejillas la humedad más sensible. Por ellos y para ellos es nuestra lucha en el presente, que sus sacrificios no hayan sido en balde, y que nuestros hijos tengan en nosotros un espejo para su vida.
"Para todos los padres nuestro recuerdo más entrañable"
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