Meriamón y Mariano



Un habanero en tierra de faraones

Meriamón Ramsés y Mariano Rajoy tienen cosas en común; cierto parecido en el nombre, jefes de gobierno de sus respectivos países y sobre todo, ambos victimas de una huelga general de trabajadores.

Deir el Medina- Primera Huelga de Trabajadores

Corría el lejano año 1166 A.c. cuando Ramsés III rey de Egipto sufrió la primera huelga de trabajadores documentada de la historia de la humanidad. Los obreros que construían su futura tumba decidieron todos sentarse de espalda a la construcción exigiendo las raciones de alimentos que le eran negadas. Según se lee en el llamado Papiro de la Huelga del Reinado de Ramsés III conservado hoy en Turín Italia y de varios ostracas encontrados en eir el-Medina (conchas calcáreas o de cerámica donde escribían sus jeroglíficos) los manifestantes lograron su objetivo. Sin embargo, estas huelgas se repitieron en el tiempo como resultado de manipuladores que querían desestabilizar al decadente gobierno de Ramsés III.

Para un habanero el concepto de huelga general tiene que buscarlo en los recuerdos de las clases de historia cuando no hablaban los profesores de las ocurridas en Cuba en los años 30 de la República de entonces. Los que hoy comenzamos a peinar canas y vivimos en nuevas tierras tenemos el privilegio negativo de vivir en carne propia lo que esto significa. El próximo 14 de noviembre los sindicatos españoles convocan a todos los trabajadores a una huelga general en contra de los ajustes del gobierno para salir de la crisis que a decir de ellos echan por tierra todo lo conseguido hasta ahora por la clase trabajadora. Mariano Rajoy nuestro Ramsés III del siglo XXI no ha tenido tiempo ni de calentar la silla y ya se la quieren quitar. Tener una idea clara de los tiempos que vivimos y de las actuaciones de cada uno de los actores implicados es muy difícil y desagradable.

Las futuras generaciones puede ser que encuentren cual fue la respuesta a nuestros problemas y la validez de las huelgas generales, en discos duros olvidados en contenedores, como aquellas ostracas egipcias que demuestran que el Homo sapiens no ha cambiado mucho a pesar de que entre Meriamón y Mariano medien miles de años.