sábado, junio 16
Lágrimas de una moneda.
Estamos próximos a la llegada del verano aquí en la madre patria, las temperaturas suben y los cuerpos esculturales salen a pasear, desafiando la vista y el buen gusto, pechos desnudos regios y menos regios invitan a la reflexión y a no pensar mucho en todo lo que nos rodea. A pesar del verano y sus días largos donde casi a media noche aun tenemos luz por encima de los pechos encuentras ojos tristes y de preocupación. España esta triste, España se ahoga en su propia sangre. cada mañana sentado frente al café de nuestras cocinas las noticias son desalentadoras; sube la prima de riesgo, aumentan los intereses de nuestra deuda, estamos próximos al rescate económico, el paro laboral sigue y suma, los bancos están en la ruina, los políticos a lo suyo y cada día aparecen nuevos corruptos y ladrones del dinero de todos. El sueño español se diluye en una Europa en plena crisis, el euro aun en una edad infantil sufre el embate de los mercados. Una moneda que surgió sola en su propia esencia pero carente de una política realmente común entre países de lenguas y tradiciones muy diferentes es como ese niño huérfano que todos quieren pero muy complicado de adoptar. Mañana los griegos, creadores del concepto democracia, en el marco de elecciones debaten en el fondo si desean continuar o no comprando el pan en euros o volver a su dracma de siempre. ¿Volverá España a la peseta? Dicen los expertos que no que la peseta es historia y volver a ella seria una ruina, aunque realmente el trauma no seria tanto ya que muchos aun en la actualidad y después de una década con el euro a cuestas continúan pensando en pesetas y calculando si es barato o caro un producto haciendo una sencilla y rápida conversión mental. Terminan las noticias de la mañana y el café llega al fondo, solo el resultado del futbol alegra el día, España con un juego de espectáculo como si de un video juego se tratara encamina su destino hacia la final de la copa de Europa. Caprichos del destino, es en ese momento cuando Europa parece más real que nunca. Lo que la economía separa que el deporte lo una.
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