Llevar un nuevo miembro a casa no es un juego, estos fieles acompañantes tienen su propio gasto ya sea en alimentación o en su atención sanitaria. No pueden ser vistos como un mero capricho o un arrebato de un día. Requieren de la atención a sus propias necesidades como especie.
Como muchos recordamos,
la existencia de un perro dentro de la familia no es un tema nuevo, vivían con nosotros y se alimentaban por lo general de nuestras sobras de comida. Hoy eso es pasado. El negocio que se mueve alrededor de las mascotas representa en la actualidad sólo en España ingresos superiores a los 2000 millones de euros y en alza constante. Existen pequeños y grandes establecimientos donde puedes encontrar lo inimaginable. Piensos de todo tipo, ropa de abrigo o protección, confortables camas para su descanso, chucherías exquisitas y por si fuera poco se pueden permitir una cerveza y una pizza si el momento lo requiere. Psicologicamente tiene que haber una respuesta a esta creciente cultura social. Puede que los seres huma nos modernos mitiguen la soledad de sus vidas con la compañía de estos fieles animales, basta mirarle a sus ojos y las palabras sobran.
El último censo de canes en Asturias brinda la cifra de 163000 animales, superando a los bebés, niños y adolescentes existentes en el principado. Este fenómeno social, obliga a los políticos a tomar en cuenta la necesidad de crear los espacios necesarios para la convivencia plena con los nuevos miembros de la sociedad. Si en la vieja Europa de siglos pasados eran símbolo de la aristocracia como reflejan los cuadros de época hoy en día representan la socializacion de una buena parte de la población que busca en ellos el apoyo que no encuentran en sus semejantes.