domingo, octubre 30

La Calabaza que no tuvimos.

                                                                

Muchos de nosotros hemos descubierto fuera de nuestra tierra festividades de cualquier índole que forman parte de la cultura de muchos pueblos de manera original o adquirida, producto de las migraciones que ocurren desde antaño. Hoy vivo en un pueblo de origen celta, donde no se por que razón es  centro de origen de muchas de estas tradiciones donde lo material y lo espiritual se mezclan en puro desafió a la propia existencia del ser humano, en contraposición a la vida materialista que nos absorbe y corroe.

La fiesta de Halloween o Noche de Brujas es una fiesta de origen Celta contrario a los que afirman que viene de Norteamérica. A finales del mes de octubre los pueblos de esta cultura celebraban con una gran fiesta (Fiesta del Samhain-etimológicamente significa fin del verano). Festejaban el término de la cosecha y el inicio de un tiempo con noches largas y días cortos, eran días de invocación a los dioses y la creación de un ambiente favorable para el reencuentro con los seres queridos que ya no estaban. En esa época se utilizaban grandes nabos que se ahuecaban para poner una lumbre dentro que sirviera de guía a los difuntos en su camino al reencuentro. Los emigrantes irlandeses llevaron a los Estados Unidos esta ascentral fiesta, aunque los nabos fueron sustituidos por la siempre noble calabaza, más grande y fácil de ahuecar. No debemos detenernos en analizar lo positivo o negativo de esta o de cualquier otra celebración ya de eso gastamos nuestra cuota , somos humanos y necesitamos que lo espiritual cubra nuestra mente, aunque sea un segundo en el reflejo de una luz o en el temor a una noche mágica de brujas y espíritus.

jueves, octubre 27

Santo para la crisis.

Convento de San Francisco de Asís- La Habana
El 3 de Octubre de 1226 murió Francisco de Asís, fundador de la orden franciscana. Hijo de un rico mercader llamado Pietro di Bernardone, Francisco de Asís era un joven mundano de cierto renombre en su ciudad.  
En 1202 fue encarcelado por unos meses a causa de su participación en un altercado entre las ciudades de Asís y Perugia. Tras este lance, aquejado por una enfermedad e insatisfecho con el tipo de vida que llevaba, decidió entregarse al apostolado y servir a los pobres. En 1206 renunció públicamente a los bienes de su padre y vivió a partir de entonces como un ermitaño.
San Francisco de Asís predicó la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. El papa Inocencio III aprobó su modelo de vida religiosa, le concedió permiso para predicar y lo ordenó diácono. Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando y Francisco comenzó a formar una orden religiosa, la de los franciscanos. Además, con la colaboración de santa Clara, fundó la rama femenina de su orden, que recibió el nombre de Clarisas.
En el corazón de la Habana Vieja y junto a otras edificaciones de las principales órdenes religiosas católicas que entraron en La Habana en el siglo XVI, se encuentra el actual convento e iglesia de San Francisco de Asís, regido por la Orden Tercera de San Francisco desde 1842, cuyo origen se remonta a los inicios del siglo XVIII, cuando se establecieron los agustinos. Su arquitectura es de marcada influencia ornamental mexicana y actualmente es sala de conciertos, exposiciones plásticas y especializadas, museo y sede de importantes eventos culturales.

domingo, octubre 16

88 Escalones.

Universidad de la Habana
Han pasado más de 30 años desde aquella primera vez que subí los 88 escalones de la escalinata de la Universidad de la Habana, contemplando su estilo neoclásico inspirado en el Ágora Ateniense o el Foro Romano y coronada por el Alma Mater, cuyos modelos inspiradores recuerdan la belleza de la mujer cubana. Hoy lo haría seguramente con mas lentitud y tuviese que parar a mitad del camino llevando a cuestas el inexorable paso de los años, pero si de algo estoy seguro es que repetiría la experiencia. No se trata de los conocimientos académicos que me llevé, se trata de tener la mínima capacidad de entender el mundo en que vivimos y  buscar la respuesta adecuada ante cada situación que esta te impone. Decía José Martí, " Ser cultos para ser libres" Pero Martí no tuvo en cuenta que ser libres no depende solo de la cultura que puedas tener, sino de las circunstancias reales del entorno en que vivas.

Hoy en día en cualquier sociedad subir los escalones de una universidad no te garantiza absolutamente nada, y los sueños y esfuerzos de las familias y las personales pueden terminar en una calle o en un plaza abogando porque aquellos que ostentan el poder te permitan trasmitir y reflejar en los demás la sabiduría adquirida. Ayer 15 de Octubre una vez mas miles de personas de todo el mundo y sobre todo jóvenes universitarios hacían una llamada de alerta al poder político y económico hacia un cambio necesario de las normas establecidas. Por la misma razón que ser cultos te libera, también el ser cultos te hace sufrir y buscar la claridad  de los sistemas que te obligan a vivir de la manera que ellos establecen y dentro de formas que por si solas aplastan a la dignidad humana. Indignados es precisamente el calificativo que han escogido los que buscan en las calles las repuestas a sus inquietudes.  En nuestra cocina del viejo Santiago mi padre siempre me decía que te pueden quitar todo menos los conocimientos, por lo que era necesario subir aquellos escalones hacia el Alma Mater, solo le falto a mi padre decirme que buscase siempre en el diccionario el significado de la palabra indignado- Que esta muy enfadado disgustado por algo que considera injusto, ofensivo o perjudicial-, gracias viejo por haberme llevado en volantas por aquellos escalones y decirte que nunca nadie ni nada me quitara mis conocimientos aunque muchas veces me indignen las actuaciones de nuestra especie. 

miércoles, octubre 12

Himno con letra de Son.



La inmensa mayoría de los pueblos tienen su himno y cuando este se escucha fuera de tu tierra por alguna razón sensorial se te hiela la sangre, lo sientes aun más propio y la humedad en tus ojos puede traicionarte. Los símbolos patrios no tienen ideología, no tienen partido, pueden nacer en instantes turbulentos, en el fragor de la batalla, pero un solo segundo después no pertenecen a nada ni a nadie, solo al cielo y a la tierra que te vieron nacer. 

Hacen mucho pero mucho tiempo que no escucho en público la melodía y la letra que compuso Perucho Figueredo hace 143 años. El 20 de Octubre de 1868 se escuchó por primera vez el himno de Cuba en una noche apacible en la ciudad de Bayamo después de la capitulación de las fuerzas del ejército español en lo que fuese la primera victoria del ejército cubano en la llamada guerra de los Diez Años.  

Himno de Cuba

Al combate corred bayameses,
que la patria os contempla orgullosa.
No temáis una muerte gloriosa
que morir por la patria ¡es vivir!

En cadenas vivir, es vivir.
En afrenta y oprobio sumido.
Del clarín escuchad el sonido,
a las armas valientes corred!

Hoy en otras tierras vivo mi vida, pero no puedo cantar su himno, no porque no quiera, es sencillamente porque no tiene letra que cantar. En un país donde la música y los compositores están a flor de piel es imperdonable que escuches una melodía sin letra. Su origen es una marcha militar del siglo XVIII pero aunque intentos han habido solo sigue siendo eso, melodía. Para todo esto como casi siempre hay un consuelo y en mi caso rodeado de un halo de romanticismo. Mis hijos mitad cubanos mitad asturianos han aprendido desde niños a cantar el himno de Asturias que por curiosidad es uno de los mas famosos del mundo, el desgarro de nostalgia que de su melodía emana extrémese al mas insensible de los mortales. Lo curioso de todo esta en su origen.
 
Cuando Fernando de la Puente un prestigioso investigador del folklore regional comenzó sus indagaciones sobre el origen del Asturias, patria querida poco podía imaginar que acabaría encontrando la respuesta en Cuba. Fue allí donde Marcelino Rodríguez, como tantos otros asturianos, emigró a finales del siglo XIX. Casado con una negra, tuvo dos hijos, uno de los cuales se dedicaría con gran fortuna a la música. Bajo el nombre artístico de Ignacio Piñeiro, en 1927 fundó el Septeto Nacional, formación con la que grabó numerosos discos y viajó por todo el mundo. A su catálogo musical, hay que añadir ahora Asturias, patria querida, canción que al parecer, escribió contagiado por la morriña de su padre, quien dejó a su familia cubana y regresó a su pueblo a comienzos de los años veinte.
Himno de Asturias

Asturias, Patria querida,
Asturias de mis amores;
¡quién estuviera en Asturias
en todas las ocasiones!
Tengo de subir al árbol,
tengo de coger la flor,
y dársela a mi morena
que la ponga en el balcón,
Que la ponga en el balcón,
que la deje de poner,
tengo de subir al árbol
y la flor he de coger.

Según el folklorista asturiano, la canción fue concebida inicialmente como un son, cuyas estrofas iba improvisando y hablaban de un cubano que quería estar en Asturias en todas las ocasiones.  Años después Ignacio Piñeiro visito Grado, un pequeño pueblo de Asturias donde había nacido su padre, pero este ya había fallecido.  

domingo, octubre 9

Quintanilla, un Nuevo Continente.

Los cañones de la Fortaleza del Morro en la Bahía de la Habana desafían el paso de los años y llegan al presente con la fuerza y sentido espiritual que tuvo Cuba para los españoles como parte de la conquista del nuevo mundo. Hoy aun la frase " Más se perdió en Cuba", es el consuelo solapado de quienes pierden algo y mas aun la esperanza. El próximo día 12 de Octubre se cumplirán 188 335 días del descubrimiento de América.

Habían pasado dos horas de la medianoche de aquel día y cuando el desanimo de aquellos navegantes hacia mella en sus cuerpos y mentes un grito rompió el silencio, desde su puesto de vigía en lo alto de la Pinta el marino andaluz Rodrigo de Triana pronunciaba la tan deseada "tierra a la vista". La historia posterior a ese mágico instante es difícil de calificar y un tema que todos deberíamos de conocer a fondo por todos sus matices e intríngulis que lo rodearon.

Debo confesar que siempre he sentido curiosidad por saber detalles de aquellos osados personajes que desafiaron lo desconocido, sin embargo por pura casualidad descubrí a un hombre cuyo nombre es desconocido para nosotros y que sin su labor es muy probable que América fuera mas joven. En mi barrio hay una calle que lleva por nombre Alonso Quintanilla, un asturiano nacido en  1420. ¿Quien fue? Para dar respuesta a ello reproduzco íntegramente  un articulo que aparece en el sitio Web vivirasturias.com.

Alonso Álvarez de Quintanilla

"Personalidad injustamente marginada y olvidada por los historiadores contemporáneos en cuanto a su contribución al descubrimiento de América. Su apoyo a Cristóbal Colón resultó capital para que éste pudiese hacer realidad su memorable viaje por el Oeste a Asia, con la consecuencia lógica del descubrimiento de un nuevo continente.
Alonso de Quintanilla nació en el año 1420 en Paderni, casería de San Esteban de las Cruces, parroquia perteneciente al concejo o municipio de Oviedo. Era hijo de Luis Álvarez de Quirós y de Urraca Álvarez de Quintanilla. Contrajo matrimonio en 1490 con la asturiana Aldora de Ludeña, con la que tuvo descendencia.
Empezando desde abajo, trabajó primero para Enrique IV y luego para los Reyes Católicos. Su ascensión en la carrera de la Administración central del Estado fue fulgurante, llegando a ser contador mayor de la Real Hacienda. Contribuyó también a la creación de la Inquisición en Castilla y de la Santa Hermandad. Los Reyes Católicos le tenían en muy alta consideración, acudiendo a él con frecuencia para solicitar consejo. En prueba de su gratitud, le concedieron muchas mercedes.
Hombre de mente privilegiada, comprendió enseguida que el viaje que proyectaba realizar un desconocido llamado Cristóbal Colón a través del Atlántico, siguiendo la dirección del sol para llegar al continente asiático, era realizable. Como hombre del Renacimiento y empapado de las nuevas corrientes culturales, económicas y científicas, comprendió, como un gran visionario, la gran importancia que tendría para la Corona castellana que se realizara tal viaje para llegar a las islas de las Especias o Molucas, Japón y China por la ruta alternativa a la de Asia Menor — —controlada por los turcos otomanos— o circunvalando el continente africano —camino dominado por Portugal, su otra gran rival en Europa.
Rechazado su proyecto por Juan II de Portugal, el desilusionado Cristóbal Colón pasó en 1485 a Córdoba, donde se encontraba entonces la Corte. Dice el cronista Antonio de Herrera que «en Córdova començó á tratar su negocio, i en quien mas acogimiento halló, fue en Alonso de Quintanilla, Contador Maior de Castilla, Hombre prudente, i que tenia gusto en cosas grandes, i por parecerle persona de estimación, le daba de comer, porque de otra manera no se pudiera entretener tanto tiempo en tan larga demanda». En este aspecto, dice Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés —primer cronista de Indias— que al llegar Cristóbal Colón a Castilla, de todas las grandes e influyentes personas de España, en quien más apoyo recibió para su proyecto y acogimiento para su persona fue del asturiano Alonso de Quintanilla. Este testimonio lo corrobora el Inca Garcilaso de la Vega, quien afirma que «solamente Alonso de Quintanilla, Contador mayor, le daba de comer en su despensa, y le oía de buena gana las cosas que prometía de tierras nunca vistas».
Tanto porfiaron Colón y los pocos amigos que tenía en la Corte que al final los Reyes Católicos, ocupados en la conquista del reino moro de Granada, ordenan a fray Hernando de Talavera que organice una junta de cosmógrafos para examinar lo que Colón llamaba la «empresa de Indias». Los meses y los años pasaban y ni los Reyes, preocupados por el asunto de la conquista de Granada, ni la junta se pronunciaban. Cristóbal Colón sigue a la Corte allí donde ésta se dirige. En esta interminable espera siempre contó con el apoyo y ayuda de Quintanilla, presentándole a destacadas e influyentes personalidades, como el cardenal Pedro González de Mendoza, quien llevó a Colón a presencia de los reyes. Por fin, después de cinco años de espera, los miembros de la junta dan un dictamen, rechazando el proyecto colombino por no admitir la estrechez del océano Atlántico que le atribuía el genovés.
Con gran tristeza se dirigió Cristóbal Colón a Sevilla y de allí al monasterio de La Rábida (otoño de 1491), donde le recibe fray Juan Pérez de Marchena. Su intención era abandonar España y dirigirse a otro país europeo para presentar su proyecto. Es entonces cuando fray Juan Pérez —antiguo confesor de la reina— escribe a Isabel I. Ésta le manda que vaya a verla al campamento de Santa Fe pero al ambicionar que se le nombre virrey, gobernador y almirante de las tierras que se descubriesen, además de otras ventajas económicas, se le rechaza de nuevo.
Entra ahora de nuevo en escena Alonso de Quintanilla y Luis de Santángel —escribano de ración del rey—, quienes interceden ante la reina argumentando que el viaje era posible y que si se rechazaba la «empresa de Indias» y Colón la presentaba en otro país como pretendía, traería grandes perjuicios a la Corona castellana. Y en cuanto a los desorbitantes títulos y rentas que solicitaba el genovés, le dijeron que éste sólo pedía de lo que hallase más allá de océano y además concurría con parte de los gastos y exponía su persona.
La reina agradeció el consejo del asturiano Quintanilla y Santángel diciéndoles «que le aceptaba, con que se guardase á que se alentase algo de los gastos de la Guerra; i que si todavía parecía que se efectuase luego, tenia por bien, que sobre algunas Joias de su Cámara, se buscase prestado, el dinero que fuese menester —refiere Antonio de Herrera—. Quintanilla, i Sant Angel la besaron las manos, porque por consejo suyo hubiese determinado de hacer, lo que por el de tantos había rehusado».
El resto es de todos bien conocido. El 17 de abril de 1492 los Reyes Católicos y Cristóbal Colón firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, que darían como resultado que, cerca de seis meses después —el 12 de octubre—, se descubriese un nuevo continente: América.
El hallazgo del Nuevo Mundo, acontecimiento que cambiaría la historia de la humanidad, se hizo realidad gracias a unas pocas personas con visión de futuro, como Alonso de Quintanilla. En tal extraordinario evento, como ha quedado demostrado, el asturiano desempeñó un papel crucial, creyendo, acogiendo y apoyando siempre, especialmente en los momentos más difíciles, a Cristóbal Colón.
Bien lo dijo Campomanes: «Si Alonso de Quintanilla hubiera despreciado á Colón, no se hubieran acaso descubierto las Indias».
FUENTE: José Ramón Martínez, Rogelio García y Secundino Estrada, «Historia de una emigración: asturianos a América, 1492-1599», Oviedo, 199

Si Cristóbal Colon hubiese sido justo America hoy pudiera tener otro nombre, "Quintanilla" por honor y agradecimiento aunque lo de ser Quintanilleros no nos suene muy bien.

sábado, octubre 8

Doble Raspadura.

Monumento a José Martí. la Habana-Cuba
"Raspadura es según la real lengua española el conjunto de restos que quedan después de raspar una superficie."

 Para los cubanos raspadura tiene otros significados que de alguna manera están indisolublemente relacionados. Durante las guerras de independencia contra el colonialismo español los soldados cubanos o mambises llevaban en su mochila un alimento de alto valor energético y rico en minerales, vitaminas y grasas llamado Raspadura  que no es mas que azúcar cruda, sin refinar ni centrifugar y cristalizada o sea melaza solidificada. Por alguna razón los moldes utilizados en Cuba en su fabricación tenían una forma piramidal alargada con su vértice superior truncado.  La Raspadura pasó a ser por derecho propio un postre típico cubano que aún hoy en día se puede disfrutar.
Se dice que la raspadura es el azúcar más puro y sano que existe, y que su origen se encuentra en las Islas Canarias, aunque también se le otorga a las Azores. La raspadura es conocida en otros países latinoamericanos como panela, chancaca, atado dulce, piloncillo, empanizao, panocha o papelón, mientras que en la India y Pakistán se denomina gur o jaggery. Es precisamente la India el principal productor mundial seguido de Colombia. Pero la Habana tiene otra Raspadura y es la obra arquitectónica de más altura de la ciudad con 112,75 metros hasta la torre de remate y 141,99 metros hasta los faros y banderas. Fue a principio de la década de 1940  donde surgió la idea de crear un monumento en recuerdo al Apóstol José Martí. Pero no fue hasta finales de los años cincuenta que el proyecto elegido muy parecido a un dulce de  Raspadura viera la luz. En la base del monumento y grabados en oro se pueden leer 79 pensamientos martianos y en la parte superior están reflejadas las distancias entre el monumento y las capitales de 43 países. En su interior una escalera de 579 peldaños o un ascensor de 90 metros de altura te hacen disfrutar de toda la ciudad. La plaza Cívica o plaza de la Revolución donde se encuentra el monumento es una de las mayores del mundo con 72 mil metros cuadrados. La raspadura de José Martí como la denominan los habaneros es símbolo y lugar de encuentro de los cubanos y su gallarda y dulce imagen testigo mudo de nuestra mas reciente historia patria.